Observar a la competencia no es copiar. Es comprender el contexto para tomar mejores decisiones. En un entorno en constante transformación, el benchmark y el monitoreo competitivo se vuelven herramientas fundamentales para sostener la competitividad. Michael Porter lo explica con claridad: "la esencia de la estrategia está en elegir ser diferente, y para eso es necesario conocer a quienes nos rodean en el mercado".
Nosotros promovemos el benchmarking como un ejercicio periódico, que permite identificar tendencias, comparar desempeños, inspirarse en buenas prácticas y detectar oportunidades de mejora. Pero no se trata solo de mirar hacia afuera: el análisis comparado cobra sentido cuando se cruza con los datos propios, con los objetivos estratégicos y con la identidad del negocio.
Monitorear la competencia también implica estar atentos a nuevos actores, cambios en el comportamiento del consumidor, movimientos del mercado y transformaciones tecnológicas que puedan afectar o potenciar nuestra propuesta de valor.
La información bien usada se transforma en ventaja competitiva. La clave está en observar con criterio, analizar con profundidad y decidir con agilidad.