Reivindicando el Marketing



Hace muchos años hago Marketing, estudie en la década de los 90 así que fue hace mucho y aun hoy sigue  malinterpretado: se lo asocia con manipulación, engaño o simplemente con “hacer publicidad”. Pero el verdadero sentido del marketing va mucho más allá, organiza el intercambio voluntario de bienes y servicios en una sociedad moderna, y aunque no nos demos cuenta, estamos atravesados por el consumo incluso mientras dormimos, porque no hay forma de vivir sin actos de consumo de todo tipo. 

El marketing no solo busca aumentar ventas: también impulsa a las organizaciones a mejorar, innovar y generar impacto positivo. Seth Godin (2018), en This is Marketing, afirma que “el marketing es el acto generoso de ayudar a otros a resolver sus problemas; su objetivo es cambiar la cultura y hacer que las cosas sucedan”.

Esto significa que las marcas no solo venden, sino que también influyen en cómo las personas piensan, deciden y se relacionan con el mundo.

Para hacer marketing efectivo  y de calidad, es fundamental comenzar por comprender profundamente a la audiencia. Como afirma Kotler, Kartajaya y Setiawan (2017) en Marketing 4.0, “el marketing debe acompañar al consumidor en todo su recorrido, en cada punto de contacto, integrando lo digital y lo humano”.

Ese entendimiento profundo se concreta en una propuesta de valor auténtica, que aborde necesidades reales, alivie dolores y acompañe aspiraciones.

Además, el marketing moderno promueve la co-creación. Según Prahalad y Ramaswamy (2004), “las empresas ya no pueden actuar de manera aislada; deben interactuar con los consumidores y construir conjuntamente experiencias que generen valor”. Las empresas te están escuchando para mejorar. 

El poder del marketing

Cuando se lo entiende y aplica correctamente, el marketing se convierte en una disciplina transformadora. Kotler y Keller (2016) lo resumen al afirmar que “el marketing es la ciencia y el arte de explorar, crear y entregar valor para satisfacer las necesidades de un mercado objetivo”.

👉 Por eso, el marketing bien gestionado no es un disfraz ni un truco: es una práctica noble que satisface necesidades genuinas, impulsa el progreso y conecta de manera significativa con las personas.

En Estudio4 lo tenemos claro: el marketing, cuando se hace con propósito, es una de las fuerzas más positivas para generar valor en la sociedad. 🚀